jueves, 12 de abril de 2012

CUADROS

Al fin el martes volvieron mis cuadritos a casa. 
Uno ya está colgado en la casa de su propietario, que se siente feliz y emocionado ..
El de la cocacola y la balalaica es un retrato regalo para mi padre, y le quedan los últimos retoques.
Estoy feliz, por haberme dado cuenta de que necesitaba más paciencia y observación en mi vida. Odiaba la pintura porque mis profesores me decían que no valía y que todo era una mierda; dejé de pintar, o mejor dicho nunca llegué a hacerlo ( más allá de los ejercicios cutres de clase). 
De pronto aparece una profesora que me da plena libertad y yo sin darme cuenta en mi casa sin presión, descubro todas las historias que se pueden contar en un lienzo..
Aquí os dejo mis últimas investigaciones. Retratos que es lo mío, pero en versión pictórica.


Retrato de Manito

Retrato de Jose

Directo a la casa del pueblo



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